MATEMÁTICAS
Los números me asustan
con su cara de monstruo,
con las manos tan cortas,
con el garabateo de sus cuerpos pequeños,
con sus jorobas huecas
y su andar de soldados.
Números sin colores,
que nunca se están quietos,
capaces de perderse,
capaces de perderme
en cualquier laberinto.
Números disfrazados
de payasos de circo,
saltimbanquis dispuestos
siempre a montar el número.
Números que se ríen
cuando se multiplican
y saltan y se esconden
y dejan de ser números
para hacerme rabiar.
«Suspenso en matemáticas»,
dice la profesora.
Y yo me pongo triste
por culpa de los números.
Ay, numerosos números,
¿por qué seréis así?
Sagrario Pinto ( La casa de los días, Anaya, Madrid, 2013)